La informática es una ciencia todavía joven y solemos cometer errores de los que ya han aprendido en otras carreras como arquitectura. Os voy a enseñar varios errores típicos de los que he ido aprendiendo:
Todos hacen todo
¿Os imaginais que en una obra todos diseñaran planos, pusieran ladrillos y montaran la fontanería? ¿Y además teniendo cada uno una formación distinta? Suena absurdo, pero es lo que hacen muchas empresas en las que todos hacen tareas de maquetación, desarrollo, etc. Está bien que sepamos cómo funciona lo demás para trabajar mejor en equipo, pero cada uno debería hacer sólo aquello en lo que está especializado.
Pensar que un programador es igual de bueno en todas las tecnologías
Hay tecnologías similares y el que sabe programar en una es capaz de hacerlo en cualquier otra. Sin embargo, cada una tiene su forma de trabajar, herramientas distintas y trucos que se aprenden con la experiencia. Por ello, aunque un experto en Java pueda programar en otros lenguajes como PHP o Ruby, tardaré en ser productivo con ellos porque necesitará aprender a usarlos bien.
Usar las tecnologías que están de moda
Cada vez que vamos a un evento descubrimos nuevas tecnologías y los expertos nos las enseñan como si fuera la panacea con la que hacer proyectos mejor y en menor tiempo. Así que estamos deseando que llegue un nuevo proyecto para ponerlas en práctica.
Aunque está bien ir modernizando el desarrollo, hay que tener en cuenta que el equipo necesita tiempo para aprenderlas y surgirán imprevistos que retrasarán la fecha de entrega.
Añadir personas a un proyecto que va mal de tiempo
Lo natural cuando vemos que no vamos a cumplir los plazos es que incorporemos personas al proyecto para ayudar. Se nos olvida que cada proyecto suele ser distinto, hay que conocer los requisitos del cliente, ver cómo está hecho… por lo que los nuevos miembros necesitan tiempo para enterarse de cómo es, y los antiguos tienen que parar sus tareas para guiarles, por lo que se retrasa en vez de adelantar.
Diseñar sin pensar en los cambios
Los proyectos web suelen cambiar durante el desarrollo ya que el cliente suele pedir nuevos requisitos, se le ofrecen ideas nuevas, etc. Por ello, hay que diseñar y hacer el código pensando no sólo en lo que nos han pedido, sino de forma flexible. Así, si nos piden cambios no hay que dedicar semanas a rehacer lo que se ha hecho.
Ignorar partes necesarias
Es habitual centrarse sólo en la parte front (la parte bonita que ve el cliente) y en el back (lo que se encarga de hacer funciones necesarias como generar facturas). Sin embargo, hay varias partes que son necesarias y se dejan para el final o no se hacen. ¿A que conocéis unas cuantas páginas sin aviso legal que pueden recibir multas de cientos de euros? ¿O grandes portales que no salen en Google por ignorar el posicionamiento?
No equilibrar coste, tiempo y calidad
Queremos hacerlo todo perfecto a la primera para demostrar lo bien que hacemos nuestro trabajo. Sin embargo, suele ser mejor usar un enfoque lean en el que enseñamos varias versiones borrador para que nos digan si hemos entendido bien lo que nos han pedido, y perfeccionarlo cuando nos lo han confirmado.
Aceptar todo tipo de proyectos
No es lo mismo hacer una aplicación online que una red social o la web de un hospital. Por ello, lo suyo es estar especializados en un tipo y desarrollar una aplicación base sobre la que montar proyectos similares. Así se pueden reducir los costes y los plazos, y ofrecer servicios de mejor calidad porque estamos especializados en esa área.
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Ingeniero informático especializado en startups y en ayudarles a crecer
